Sin senos sí hay paraíso

Catalina Marín se enamora de Hernán Darío (Juan Pablo Urrego), el joven que hacía los mandados en el barrio.

La policía, por orden de Yésica, arresta a Hernán Darío, Catalina, Hilda y Albeiro, encarcelándolos en diferentes prisiones.

Catalina es enviada a una institución penitenciaria, donde sus compañeras y guardias la golpean hasta llevarla al borde la muerte.

Durante todos los años que estuvo desaparecida, ella hizo su vida junto a Santiago Sanín (Roberto Manrique) un médico con quien tuvo dos hijos, Mariana (Stephania Duque) y Sebastián (Johan Esteban Díaz).

Catalina junto con su hermana menor Catalina Marín (Carolina Gaitán) y su novio Hernán Darío (Juan Pablo Urrego), se unen para terminar con La Diabla (Majida Issa) y su hija Daniela (Johanna Fadul), quienes harán todo lo posible para destruir a la familia Marín Santana.