Silvia Meraz Moreno

[3]​[4]​ En algún punto, Meraz Moreno se convenció de que podría conseguir favores económicos si ofrecía sacrificios humanos a la Santa Muerte.

En una declaración del hijo mayor de Silvia, Ramón Omar Palacios, ofrecida a medios locales, este refirió:

Silvia Meraz la llevó engañada a un paraje desolado donde la atacó con un hacha.

Luego quemó y enterró el cadáver decapitado cerca de la casa familiar.

En este crimen Silvia sostuvo al niño en frente del altar mientras una de sus hijas lo degollaba.

[13]​ Las pesquisas comenzaron una vez se hubo presentado la denuncia por la desaparición de Jesús Martínez.

Según las valoraciones psicológicas efectuadas en la adolescente siendo testigo y partícipe del culto desde temprana edad, las prácticas de este le parecían "normales".