Silver Apples of the Moon es el álbum debut del músico y compositor estadounidense Morton Subotnick.
Concebida como un escaparate para el sintetizador Buchla 100, un sintetizador analógico temprano que el compositor ayudó a desarrollar, Silver Apples of the Moon fue la primera pieza de música electrónica encargada por una compañía discográfica.
[1] Grabada durante 13 meses, Subotnick utilizó hasta 10 horas al día en su composición, buscando crear sonidos que otros músicos no pudieran reconstruir.
Silver Apples of the Moon se convirtió en un éxito sorpresa, vendiendo bien en la categoría de música clásica y recibiendo buena crítica.
[4] Cuándo se le comisionó escribir música incidental para una producción de El rey Lear, Subotnick grabó un collage con la voz del actor principal, cortando y pegando cinta durante casi un año hasta que la pieza resultante consistía totalmente en su voz.
En el centro, ambos músicos aspiraron a crear composiciones con sonidos que no pudieran ser producidos usando instrumentos acústicos convencionales.
[4][10] Silver Apples of the Moon se volvió el primer álbum electrónico encargado por un sello importante, y la primera pieza electrónica concebida específicamente para el formato de álbum.
[11][4] El compositor había empezado a trabajar informalmente en la composición antes de que tuviera un nombre, expandiendo y jugando con ideas.
Aun así, sintió que "debí haber sido único para estas personas en ese momento, porque dos compañías disqueras distintas vinieron conmigo para la misma cosa."
[7] El instrumento le proporcionó una manera completamente nueva de crear música electrónica.
Creía que con este nuevo instrumento entrábamos en un nuevo periodo para la composición musical, que el compositor tenía el potencial para ser un artista de estudio siendo compositor, intérprete y audiencia, todo a la vez, concibiendo la idea, creando e interpretando la idea, y luego dando unos pasos atrás y criticando los resultados.
[10] La producción era desgastante; dado que Silver Apples era el primer álbum electrónico que usaba un sintetizador de voltaje, Subotnick no tuvo ningún modelo en el cual basar su creación.
[10] Afinar el instrumento hasta alcanzar cierto sonido deseado podía consumir diez horas al día, después de lo cual el compositor hacía diagramas de qué sonido producía cada clavija.
[10] Silver Apples of the Moon está separado en dos partes, cada una ocupando una cara del vinil.
[13][4] Los movimientos de la grabación no están presentados necesariamente en el orden en que fueron trabajados, ya que la aproximación a la producción del compositor fue crear secciones musicales en "montones",[10] En el interior del álbum, Subotnick escribió que la grabación estaba hecha para ser experimentada por escuchas individuales o en pequeños grupos en un ambiente íntimo, describiéndolo como "algo así como música de cámara estilo siglo XX" Se expresó sobre esta intención como "un marco de referencia bastante especial" mientras escribía el álbum, y luego explicó que la grabación tenía la intención de ser escuchada como un "viaje" [13] El álbum enteramente electrónico usa sólo el Buchla 100, ninguna otra instrumentación, ya que el compositor intentaba que el álbum fuera uno de sus "modelos" para mostrar "cómo la síntesis podía ser usada para crear nuevos lenguajes musicales desafiantes.
[15] Con más de dieciséis minutos, la "Parte I" es una sección lenta y taciturna, incorporando tonos "de pinchazo" que se mueven en el campo estéreo, y pasajes calmados que son abruptamente interrumpidos por ruido electrónico.
[11] De acuerdo al escritor Alfred Hickling, "sencillamente no se había escuchado antes.
Sin embargo, Subotnick dijo que su descubrimiento de los beats sucedió casi por accidente: "en los primeros días, tomaba mucho tiempo —a veces incluso días— programar una secuencia.
Sin embargo, después comentó que el nombre "no significa nada" y haberlo escogido porque le gustaba cómo sonaba.
Podría haber usado 'manzanas doradas del sol", pero tenía estos sonidos repicantes, estas cositas, y ése es uno de los sonidos que no perfeccioné hasta Until Spring, y después realmente los perfeccioné en A Sky of Cloudless Sulphur.
[4][18][9] El disco también se volvió un éxito underground y fue descrito por Alfred Hickling de The Guardian como "un soundtrack psiquedélico esencial", aunque Subotnick ha argumentado que no tomó psicofármacos durante la producción del álbum.
[17] Subotnick sintió que los sonidos electrónicos innovadores del álbum eran parte de su éxito.
[12] En una reseña contemporánea, Ted Dockstader de Electronic Music Review describió a Silver Apples of the Moon como "un bello disco" que "parece brillar de tanta precisión"[20] La colega en la música electrónica Wendy Carlos, una de las pioneras del sintetizador Moog, también revisó el álbum para Electronic Music Review.
[16] Silver Apples of the Moon es considerado un hito en la historia de la música electrónica y se le celebra como una importante composición electrónica que recibió ventas significativas a pesar de su estilo experimental.
[24][25][11] Fue el primer trabajo reconocido de Subotnick y trajo celebridad a su autor.
[26][27][28] El segundo lado rítmico del álbum atrajo la atención de bandas de rock como Grateful Dead y los Mothers of Invention, quienes empezaron a pasar tiempo con Subotnick en su estudio.
[6] El compositor Rhys Chatham dijo no haber escuchado algo como ello antes y lo nombró uno de sus 13 álbumes favoritos en una lista para The Quietus,[29] Subotnick pronosticó que el álbum anticiparía más música culta de lo que logró, y dijo: "sabía que estába haciendo, más o menos, música culta.