En las lomas de Siloé había colonos campesinos ya en 1904.
En la zona descubrieron carbón mineral y desde 1910 los propietarios de las tierras las arrendaban en usufructo lo vendían a ingenieros mineros, empresarios u otras personas que querían extraer el carbón.
Estos, entregaban terrenos para que los trabajadores de las minas y sus familias se asentaran.
La industria azucarera, el sector industrial y el Ferrocarril del Pacífico necesitaban para funcionar el carbón que extraían los mineros en las laderas de Cali.
Finalmente se legalizó como un barrio reconocido de la ciudad.