Un niño puede sufrir daños graves, incluso en caso de accidente leve o frenada brusca, si viaja sin sillita homologada según la normativa vigente o si ésta ha sido instalada de forma incorrecta, ya que puede salir despedido y golpearse con el parabrisas u otras superficies duras dentro del coche.
La sillita de auto asegura la contención del niño, su protección y una mejor retención en caso de accidente, además que le permiten tener la mejor posición para estar más cómodo durante el viaje.
Las sillitas de coche están elaboradas con materiales que aseguran una mejor transpiración, están acolchados en las zonas específicas en las que los niños se apoyan normalmente (asiento, respaldo y reposa-cabeza) y poseen sistemas de reclinación.
Todas estas características permiten a los niños realizar viajes en coche de forma cómoda.
Cabe destacar que no todos los coches están dispuestos a la instalación de los capazos.
Las sillitas Grupo 1 disponen normalmente de correas incorporadas para la retención del niño ("5 puntos").