[1] Los límites geográficos de esta formación montañosa se encuentran bastante definidos por los valles de los ríos Duratón y Riaza en sus extremos este y oeste, siendo más difusos en la orientación sur, en donde su pendiente tendida entra en contacto con los macizos de Sepúlveda y Honrubia, los que como la propia Serrezuela, son considerados sistemas periféricos del Sistema Central del que se alejan aproximadamente 20 km.Su disposición es alargada en dirección este-oeste con una distancia de aproximadamente 35 kilómetros entre ambos extremos y aún más escasa la separación entre sus límites norte-sur, con apenas 10 km entre las posibles lindes de estas dos orientaciones, con ese borde sur más difícil de concretar.Por tanto se puede considerar que esta formación montañosa alcanza una superficie total de 400 km².En cuanto a las alturas, es en el sector centro-oriental donde se distinguen los picos más elevados y además de forma homogénea, ya que se suceden entre los 1.300 y 1.350 m., alcanzando la mayor elevación en Peñacuerno con 1.379,80 m. y cuya situación exacta se identifica por hallarse en su cima un vértice geodésico, punto que además sirve de encuentro para los términos municipales de Carabias, Navares de Enmedio y Fuentenebro, segovianos los dos primeros y burgalés el último.Al sur se percibe menor al limitar esta vertiente con zonas de la campiña del nordeste segoviano con altitudes medias de 950 m s. n. m. y al norte la vertiente burgalesa confronta con los páramos influidos por la depresión del valle del río Duero, por lo que su elevación media es ligeramente inferior, en el entorno de 850 m. y presentando por eso una prominencia más relevante.La Sierra de Pradales y sus macizos satélite de Sepúlveda y Honrubia se consideran estribaciones o estructuras periféricas del Sistema Central, concurriendo ciertas características tectónicas comunes en todos ellos en cuanto a la escala temporal en donde se puede situar su origen, y también geográficas al del resto de sierras y piedemontes segovianos por su orientación suroeste-noreste.La compleja y relativamente potente cobertera mesozoica que recubría el basamento se desplazó asociada a esta escama formando en el frente del cabalgamiento una gran flexión anticlinal compleja vergente al Norte, con una deformación central acusada y un descenso paulatino del eje hacia los bordes […]»[9]Existe una apreciable diferencia entre el sector central-occidental y el oriental, presentando menor altitud este último y una cuerda de perfil menos homogéneo, también por eso de identificación más confusa, con cimas o cerros aislados y erosionados:«Se encuentran estructuras de cerros testigo como el cerro de Valdevacas, cerro troncocónico de 1148 msnm.El área carbonatada constituye un relieve de pedimento donde la altitud disminuye paulatinamente hasta un mínimo en el lecho del Riaza.»[10]Desde el punto de vista morfológico la característica más llamativa del cordal principal de la Serrezuela, es la continuada y homogénea cresta que discurre durante centenares de metros y que además sirve de frontera entre las muy desiguales vertientes norte y sur, precisamente en la zona que presenta mayor altitud.«En este sentido, un papel sobresaliente posee la que denominamos «cresta principal» o «cresta de la Serrezuela», una alineación bien destacada, compacta y fuertemente disimétrica en su perfil transversal.En cambio los que nacen en la cara sur de esta sierra envían sus aguas al mismo río Riaza, pero en este caso en el tránsito que realizan por la provincia de Segovia, en las tierras cercanas al embalse de Linares.[14] De entre todas las especies presentes en su medio natural existen dos que sobresalen por su estado de conservación, en la flora el Apium repens que se encuentra clasificada como vulnerable en Europa y de la fauna el Canis Lupus o lobo ibérico con alguna manada itinerante.[19] La relación de especies es extensa pero en el espacio LIC Sierra de Pradales, el único catalogado del entorno, entre las aves destacan diversas rapaces: alcotán europeo, águila culebrera y calzada, aguilucho pálido, gavilán rastrero, autillo europeo, azor común, búho chico, busardo ratonero, cernícalo primilla y común, milano real y común, etc.[19] En cuanto a los mamíferos de gran tamaño encontramos una importante población de corzo y jabalí, aunque el más representativo es el lobo ibérico del que ocasionalmente se ha notificado algún ataque al ganado en el entorno de Aldeanueva de la Serrezuela.[20] Otra muestra de la riqueza natural que atesora en sus límites la Serrezuela se manifiesta en los topónimos menores, que desde hace siglos han perdurado hasta día de hoy para identificar parajes concretos, en este caso los que hacen referencia a la flora (fitotopónimos) y la fauna (zootopónimos), en contraposición a la menor presencia de los antropónimos que sí aparecen de forma más habitual en las zonas llanas aledañas.En su microfitotoponimia se ven reflejadas las principales especies arbóreas que protagonizan la vegetación de esta pequeña sierra, como el quejigo, el fresno y la encina.[34]«Así mismo, son estos medianos y medianos - grandes núcleos (3 a 5 y 5 a 10 hectáreas, respectivamente) los que controlan las rutas de comunicación con el exterior del territorio que nos ocupa, tanto hacia el ámbito vacceo como con respecto a los pasos serranos hacia la Meseta Sur.En este mismo documento también aparecen citados Ordiales, el actual Urdiales, paraje del despoblado del mismo nombre en el término de Torreadrada, y la Fuente Adrada, forma antigua para referirse a esta población.Estos datos nos permiten ubicar esta Fuente Adrada hacia la actual Torreadrada, en la vertiente de la Sierra de Pradales, cuyas aguas efectivamente corren hacia Sacramenia»[37]Durante la Edad Media y con motivo de las sucesivas repoblaciones impulsadas por los reyes cristianos según reconquistaban nuevas áreas, para consolidar el espíritu repoblador entre las gentes que debían habitar esas zonas fronterizas,[38]se instauran las Comunidades de Villa y Tierra en la zona que se conocía como Extremadura Castellana, territorio en el que se encontraba la totalidad de la Sierra de Pradales.«El Fuero Latino fijó estos términos: «Et isti sunt sui Termini: de Piron usque ad soto de Salzedon, et a rekeysso de la Moina usque al castro de Fradres, et a fonte Teiola cum Serrizola tenet usque ad illo linar del comde, et comodo tenet flumen de Aza usque ad Aellon directum ad serra.»[41] No obstante se desconoce si en los privilegios o fueros otorgados por el conde Fernán González, ya fuesen estos orales o escritos, pero en cualquier caso actualmente desconocidos o desaparecidos, se citaba también a la Sierra de Pradales o Serrezuela como límite primitivo de la recién creada Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda.En cualquier caso, la traducción del texto latino de 1076 al castellano actual, refleja unos límites con algunos topónimos que todavía generan dudas en cuanto a su identificación y situación geográfica en la cartografía presente.Igualmente muestra unos límites poco concretos o definidos, incluso sin citar por ejemplo los del sur, si es que existían, ya que con total seguridad en aquella época se encontrarían en constante movimiento hacia la Sierra de Guadarrama, a la que ni siquiera se menciona.(1)»[44] «(1) El Empecinado ocultó su presa por el pronto en un monte cercano para transportarla luego á su pueblo […]»[44]En el caso del Cura Merino, varias de las acciones más relevantes en las que participó, normalmente acontecieron relacionadas con la Junta Superior de Burgos y Segovia, y por tanto en esta zona limítrofe entre ambas provincias.En ella se reunieron los principales jefes guerrilleros que operaban en la Cuenca del Duero para tratar de alcanzar la necesaria coordinación en sus operaciones contra las tropas francesas.«Las relaciones de Merino con la Junta se enfriaron aún más durante los meses siguientes.El día 20 de enero próximo pasado, sobre las once de 11 mañana, al llegar 6 vecinos del referido pueblo al sitio llamado de Fuente Tejuela á labrar con sus yuntas, observaron que cinco ladrones iban atando y robando á cuantos arrieros llegaban.No pudiendo tolerar los dichos labradores tamaña infamia, se unen los 6, sacan las ondas, arremeten con ellos con las mas furiosas pedradas, despreciando cuantos tiros les disparaban los ladrones (pues los 5 eran armados), lograron hacerles correr, y entonces a las voces de ladrones acudieron otros labradores de Torreadrada y Navares de las Cuevas, y lograron prender á todos 5, que habían robado 5500 rs., y el uno de ellos murió á las tres horas de prenderlos.Existe un folleto editado por CODINSE (Coordinadora para el desarrollo integral del Nordeste de Segovia)[51] con un detallado itinerario y los datos más relevantes del recorrido en cuanto a flora, fauna, etnografía y geología.
Vista aérea del cordal principal de la Sierra de Pradales.
El
río Ayuso
moldea una espectacular hoz de aproximadamente 4 km en su tramo final antes de desaguar en el
Duratón
. En la cultura popular se conoce este paraje como la Hocecilla, encotrándose también escrito como
"Ocecilla"
.
Fitotopónimos que aparecen en una sección de la planimetría de
Aldeanueva de la Serrezuela
del año 1902: Fuente Tejera, Arroyo de la Tejera, Fuente Rubio, Fuente Yedra, el Rebollar, Vallejo Robledo.
Instituto Geográfico Nacional
(Planimetrías, Altimetrías y Conjuntas)
.
Planimetría de
Carabias
del año 1902 en donde se aprecian diferentes fitotopónimos en el sector de
Pradales
: la Sabinada, el Quejigal, el Juncal, Prados Redondos.
Instituto Geográfico Nacional
(Planimetrías, Altimetrías y Conjuntas)
.
En las inmediaciones de
El Olmillo
(
Segovia
) los márgenes del
río Ayuso
anegados por las crecidas después de unas copiosas lluvias en su amplia cuenca que mayoritariamente desciende desde la Sierra de Pradales.
Restos de un muro defensivo de origen
arévaco
en el yacimiento de Los Quemados en
Carabias
.
Vivienda de arquitectura popular en ruinas, posiblemente de entre los siglos XVIII y XIX.
Ciruelos de Pradales
Juan Martín Díez,
El Empecinado
, llevó a cabo audaces acciones contra columnas y correos franceses para posteriormente ocultarse en la Sierra de Pradales, cuyas primeras estribaciones del oeste no estaban muy alejadas de su localidad natal.
Conocedor de estos parajes, el guerrillero burgalés Jerónimo Merino, el
Cura Merino
, fue visitante habitual de los contornos de la Sierra de Pradales durante la
Guerra de la Independencia
.