En general, su vida -así como la de su hermana Nava Semel- estuvo marcada por la dura experiencia que sus padres atravesaron durante el Holocausto.
Además, su padre Yitzjak Artzi fue un militante sionista desde su juventud y finalmente parlamentario israelí.
Sin embargo, At va'aní no fue la ganadora del Eurovisión y el álbum constituyó un fracaso de ventas.
Sus shows son especialmente reconocidos por su intensidad y duración (algunos llegan a durar casi tres horas).
En ellos, se produce una interacción poco común entre el artista, la banda y su público, estimulando las emociones a través de todos los sentidos.