Sheila Sherlock fue una médica, hepatóloga y profesora británica, considerada la mayor pionera en el campo de la hepatología.
Se graduó como la mejor de su clase, y se especializó en las enfermedades de hígado, según ella, por la carencia de investigación en ellas.
Con 29 años, consiguió una beca para la universidad americana de Yale, lo que la permitió pulir sus conocimientos de fisiopatología hepática.
Se "retiró" en 1983, cuando se cambió a su despacho y siguió trabajando junto a su secretaria en el Departamento de Cirugía.
Tenía una vida acomodada, debido a su matrimonio con un distinguido médico, Gerry James, con quien se casó en 1951 y con quien tuvo dos hijas.