Shaista Ikramullah

[1]​ Fue una de las pocas mujeres musulmanas que tomó parte activa en el Movimiento Pakistaní.

[4]​ Su madre era la nieta de  Nawab Abdul Latif  y su padre era Hassan Suhrawardy, un eminente cirujano y político, de pensamiento liberal, que animó a su hija a estudiar.

También fue delegada en las Naciones Unidas , trabajó en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (1951).

En 2002 el gobierno Pakistaní le otorgó póstumamente el premio civil más importante, Nishan-i-Imtiaz.

Su autobiografía, De Purdah al Parlamento (1963), es su libro más conocido.