Sexto sentido u diario de Praga

La edición de 2008 cuenta con un prólogo escrito por Eleazar León y en ese texto inicial se describe el poemario como una obra en la que “Caupolicán desarrolla una meditación sobre sí mismo a manera de breves poemas epigramáticos que son a la vez paradojas existenciales”.

En buena parte de ellos, Ovalles indica en las páginas la fecha y el lugar en el que fueron escritos los textos, lo que refuerza su carácter de diario y, en ocasiones, su tono epistolar.

Fue así como Ovalles decidió saltar por la ventana para poder cumplir con el compromiso de buscar en el aeropuerto al entonces joven izquierdista Teodoro Petkoff.

El resultado fue una lesión que le llevó a estar internado en un hospital checo durante seis meses y que le impidió asistir al nacimiento de su hijo Gustavo.

Arrasa con la propia esperanza:[2]​ 'Manifiesto mi total optimismo sobre todo encendido fracaso ya que la luz (para la oscuridad) es la completa derrota'".