Actualmente pertenecen a Renfe Operadora, tras la extinción de FEVE en 2012.
Al igual que la S-2700, los 12 trenes de la S-2900 han sido construidos por CAF y Sunsundegui.
Los trenes se diseñaron para que alcancen una velocidad máxima de 120 km/h aunque están limitados a 100 km/h.
El freno es por discos acoplados a la rueda y el de urgencia es por patines electromagnéticos en bogie portador.
El interiorismo es cuidado y los trenes cuentan con aire acondicionado, pantallas para la emisión de videos, megafonía, paneles de señalización y sonorización independiente para cada asiento.