[5] Además, durante tres legislaturas fue diputado en la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.
[1] Arce considera que su objetivo como teólogo no es explicar el fenómeno subjetivo de la creencia en Dios que se encuentra “allá arriba”, sino analizar de manera objetiva cómo Dios está “aquí abajo”, cómo vive, y “se vive” dentro de nuestra situación histórica.
[7] Coincide en diversos aspectos con la teología de la liberación, pero afirma que su elaboración teórica asume el marxismo y declara que Dios no es una idea, sino una realidad incuestionable a la cual la Biblia identifica como "Dios es amor", es justicia, es solidaridad, es luz, es verdad.
[7] Sus críticos rechazan la justificación marxista de la violencia revolucionaria como medio para alcanzar la justicia social, pues en el Nuevo Testamento la "ley del amor" incluye el amor a los enemigos.
[4] También cuestionan cómo puede la Iglesia dar un testimonio profético en medio de una sociedad socialista, si se identifica completamente con la ideología marxista y la política del gobierno.