Terminada la Guerra de Secesión, el excoronel confederado Morsman Carver (Liam Neeson) emprende la búsqueda por venganza del solitario excapitán Gideon del ejército federal (Pierce Brosnan), con el objetivo de asesinarlo por haberse excedido en sus atribuciones, ya que los soldados de Gideon prendieron fuego al establo anexo a la casa de Carver, que se propagó a la vivienda, y su esposa, su hijo y su hija recién nacida murieron entre las llamas.
[1] Morsman Carver, debido a este incidente, se transforma en un tenaz perro de presa y perseguidor de Gideon, contratando sicarios para que le acompañen.
La película recibió buenas críticas en general,[2][3] pero un gran número de críticas negativas recayeron en el final, tildándolo de ridículo y poco coherente.
[4][5] Aun así, las actuaciones de Liam Neeson y Pierce Brosnan fueron bien recibidas.
Aparecen brevemente Anjelica Huston y Wes Studi en las controvertidas escenas finales de Seraphim Falls.