Sepiolita

En realidad, es como una esponja rígida cuyo interior está atravesado por una enorme cantidad de tubos y galerías huecas que hacen disminuir al mínimo la densidad del mineral y permiten que, sorprendentemente, flote en el agua.

Pese a que el color más habitual de la sepiolita es el blanco, también es posible encontrar ejemplares cuya pigmentación muestre tonalidades grisáceas, rosadas, verdosas, amarillentas, azuladas e incluso rojizas.

Debido a su enorme porosidad, característica que reduce en gran medida su densidad, la sepiolita se utiliza habitualmente como absorbente industrial.

La sepiolita absorbe el petróleo y lo mantiene en flotación, permitiendo así una retirada más sencilla del mismo.

Todavía hoy es una artesanía viva en Turquía, donde existen grandes explotaciones de este mineral.

Los principales países productores de sepiolita son Turquía, Grecia, Marruecos, España, Tanzania y Estados Unidos.

Les siguen en importancia los de Samos (Grecia), Marruecos y la península ibérica.