Un sensor de flujo de calor es un transductor que genera una señal eléctrica que es proporcional al calor total aplicado en la superficie del sensor.
La conductividad térmica (a menudo expresada como k, λ, o κ) se refiere a la habilidad intrínseca de un material de transferir o conducir calor.
[3] Todos los días se consume una gran cantidad de energía para calentar y enfriar edificios, los cuales en su mayoría presentan deficiencias en su aislamiento térmico y a menudo no cumplen con los estándares requeridos[4] actualmente.
Este factor de proporcionalidad se denomina transmitancia térmica o factor U del cerramiento.
En este sentido, un menor valor de transmitancia térmica o factor U indica un mayor nivel de aislamiento (por ejemplo, en las paredes del edificio).