Sensemayá

Ahí el músico sintió la enorme cadencia y ritmo que el estribillo inicial poseía: Mayombe-bombe-mayombé!

Todo comienza con un ambiente ondulante, misterioso, como adentrándose al mismo ritual para darle muerte a la serpiente.

[6]​[7]​ El poema hecho música también tuvo diversas adaptaciones a versiones corales.

El grupo uruguayo Canciones para no dormir la siesta, incluyó su versión en su disco homónimo editado en 1979.

También existe la Canción Para Matar Una Culebra en el disco de 1979 del grupo chileno Inti Illimani.

Nicolás Guillen, autor del poema Sensemayá