La semiósfera, o biosfera semiótica, es el mundo de los signos en el que todos los humanos viven e interactúan.
Estos ámbitos se encuentran divididos por una frontera de puntos que pertenecen a ambos espacios, la cual actúa como filtro y como traductor.
Según Yuri Lotman, la semiosfera funciona como un espacio de contención ante la violencia del mundo, el cual es formado por códigos.
Para Yuri Lotman, los puntos de la frontera de la semiósfera pueden ser equiparados a los receptores sensoriales que traducen los irritantes externos al lenguaje de nuestro sistema nervioso, o a los bloques de traducción que adaptan a una determinada esfera semiótica del mundo exterior a ella.
Para este autor, es el organismo el que crea el signo que se convierte en una parte constitutiva de la semiósfera, y esto no constituye una adaptación al ambiente, sino que es un acto de continua creación del mismísimo ambiente.