No obstante, los nativos americanos emplearon diferentes cultivares, cuya producción de pipas era diversa: las había de color miel y de color blanco, aunque la variedad más conocida era y es la pipa con rayas blancas y negras.
Otros usos ajenos a la alimentación eran: como colorante, tiñendo ropas o el propio cuerpo, con función decorativa; y como aceite, empleado en la piel y el cabello.
Había ceremonias donde tanto la semilla de girasol como la propia planta eran un elemento utilizado.
[1] Las pipas de girasol son un alimento hipergraso, muy rico en minerales y con algunas vitaminas.
También es posible encontrarlas sin la cáscara, recibiendo entonces el nombre de “pipas peladas”.