La Semántica Topológica es un método morfodinámico, que trata de dar cuenta de la aporía que se presenta al tratar de conectar cerebro y lenguaje: Así la fórmula el neurobiólogo Francisco Mora: La Semántica Topológica no funciona simplemente como un descriptor de la lengua investigada (el inglés, el francés, el castellano…), a la que considera como un puro fenómeno, sino que es compatible con el estado real del mundo y, por consiguiente, con las ciencias naturales.
Por eso René Thom y Jean Petitot han hablado de una Semiofísica.
Así los nombres y los verbos, que son categorías morfodinámicas de la Semántica Topológica, están asociados a estructuras neuronales que se agrupan en regiones cerebrales diferentes.
Parece, pues, que la semántica está asociada a los procesos perceptuales (auditivos, visuales...), y la sintaxis sea justamente la parte específica desarrollada por los homínidos, y de manera especial, homo sapiens.
[1] En consecuencia, el modelo de la semántica topológica no reduce el lenguaje a la función comunicativa o dimensión pragmática con el objetivo de garantizar la cohesión social y, secundariamente, a expresar informaciones cognitivas, sino que muestra cómo el lenguaje tiene que ver más bien con la modelización del espacio ambiente, del umwelt (J. von Uexküll).