Seiganto-ji

Seiganto-ji es parte del complejo de templos Kumano Sanzan y es considerado uno de los pocos jingū-ji que perduran tras la división entre Shinto y Budismo realizada por el Gobierno japonés durante la Restauración Meiji.[1]​ Durante el reinado del emperador Nintoku (313-399), según la leyenda del templo, Ragyō Shōnin, un monje de la India, llegó al lugar siguiendo el río en busca de un espacio adecuado para practicar sus austeridades.[3]​ El Nyorindō fue reconstruido en 1587 por Toyotomi Hideyoshi, el shōgun que unificó Japón después del período Sengoku.[2]​ Cuando el gobierno restableció el poder del Emperador durante la era Meiji (1868-1912), se separaron los templos budistas y los santuarios sintoístas que durante más de mil años compartieron los mismos terrenos.Actualmente se muestran en el Ryuho-den («salón del tesoro»), ubicado al lado de la pagoda.
Vista del Nyorindō, el salón principal.