La primera mitad del siglo XX la finca de Sant Miquel se encontraba despoblada, contando tan solo con las construcciones denominadas Masía Vieja, Masía Nueva y con la iglesia románica de San Miguel.
La concepción de los planos originales es a cargo del arquitecto Manuel Baldrich Tibau.
Se abren las calles del plano urbanístico al lado de la vía.
El citado crecimiento le valió el apelativo de mayor urbanización en Europa.
Actualmente está calificada como urbanización perteneciente al municipio de Calafell, en la comarca del Bajo Panadés.