Escribonio Largo (Scribonius Largus, en latín) fue un médico del siglo I que sirvió en la corte del emperador romano Claudio (años 41-54), y le acompañó en la conquista de Britania.
Se dice que las obtenía sin reparar en los medios, incluido el soborno.
La obra no tiene pretensiones de estilo y contiene muchos coloquialismos.
La relación de los médicos con la esposa del emperador, Mesalina, era bastante problemática.
[1] Algunos pasajes de su obra le hacen ser considerado uno de los precursores del humanismo médico y muy citado en cuestiones de ética médica, pues entendía su actividad como una profesión (professio, en el sentido sacerdotal de "vocación" y en el sentido de obligación moral que exige un comportamiento virtuoso)[2] y establecía como requisito del médico ser "un buen varón, experto en el arte y la ciencia de la medicina y lleno de misericordia y humanidad":[3]