Stephan Schulzer von Müggenburg

Nació en la pobreza extrema en un castillo en ruinas en la periferia del Imperio Austro-Húngaro.

Fue criado por el padre, y recibió una educación espartana de su bien educado mas muy estricto padre, un oficial retirado del ejército de ascendencia sajona, que murió cuando Schulzer tenía quince años.

Schulzer pasó los siguientes tres años en una academia como cadete en Olomouc (Olmütz).

En lucha contra un incendio perdió el uso de las dos manos y se retiró del servicio activo dos años más tarde.

[2]​ Un encuentro casual con un manual de setas popular en 1831 despertó su curiosidad intelectual.