Cuando murió en 1622, el territorio fue dividido entre sus hijos; al igual que su padre fueron llamados Abgeteilte Herren, cuyos estatus no estaban relacionados con sus dominios.
Después de su temprana muerte la región pasó a su hermano Federico.
En la Segunda Guerra del Norte el territorio fue devastado y el castillo arrasado.
Debido a que la línea de Plön no tenía herederos a principios del siglo XVIII, el primer hijo del Duque Augusto, Joaquín Federico, fue nombrado nuevo Duque de ambos dominios —Plön y Norburg.
Formalmente el último Duque de Norburg, abandonó después la finca en favor del rey danés, quien a cambio, asumió todas sus deudas.