[2] Sava gobernó como un monje que prefería los estudios a la resolución de conflictos.
La guerra fue bienvenida por parte de los serbios de Austria y Hungría, Bosnia-Herzegovina, Serbia y Montenegro en particular, que estaban dispuestos a cualquier cosa para lograr la independencia.
Su intención era conseguir mantener las fronteras de Montenegro abiertas frente a los bloqueos provocados por sus vecinos orientales y occidentales.
Sava escribe al metropolitano de Moscú diciéndole que la nación serbia está siendo sometida a la esclavitud, y pide al sínodo sagrado de Rusia ayuda para el patriarca serbio.
Sava también escribe a la emperatriz pidiéndole protección para los serbios de los griegos y los turcos.