[2] En 1728 se obtuvo permiso del virrey, Juan Vázquez de Acuña y Bejarano, I marqués de Casa Fuerte, para construir una nueva iglesia que sustituyera a la primitiva.[9] En el muro a espaldas del órgano aparece una leyenda que menciona una reparación llevada a cabo en diciembre de 1892, sin indicar el nombre de quien realizó dicho trabajo; no existe ninguna otra fuente que documente alguna otra intervención.[21] La Iglesia destaca porque está en una serranía accidentada,[1]: aprovecha el terreno irregular a través de terrazas y rampas, que van superponiéndose sucesivamente.[3] Todo el terreno esta limitado por altas bardas almenadass, de mampostería.En la parte superior una hornacina con una cruz, y rematan tres almenas circulares, igualmente con cruces.[21] La sección inferior con la puerta principal tiene vano ochavado con enjutas de adornos vegetales;[2][21] está enmarcada por con cuatro columnas exentas de orden corintio con fuste estriado que soportan un elaborado entablamento, en los intercolumnios una hornacina con ménsula.La base octogonal forma ocho intercolumnios por cuerpo, en cuatro de ellos hay hornacinas y en los otros cuatro arco de medio punto, a excepción del segundo cuerpo que tiene arco en cortina; rematando el conjunto una pequeña linternilla.[21] Las otros retablos tienen características similares al retablo mayor, como los pares de columnas y cuadros de angelillos, pero basándose mayormente el diseño en la pintura más que en la escultura.[23] La síntesis geométrica del retablo se expresa en dos geometrías: el rectángulo de los dos primeros cuerpos y el desarrollo en medio círculo del remate o cuerpo superior.[13] En la parte inferior se observa a las ánimas del purgatorio envueltas en llamas.[13] La Virgen del Carmen va descendiendo justo al centro de la escena, está coronada por cinco querubines y rodeada por un cortinaje rojo cuyo frente es descubierto por dos ángeles.[5][6] Por tal motivo, el obispo mandó que la sagrada imagen fuera sepultada con la primera persona adulta que muriese; mandato que no se pudo cumplir pues a lo largo de cinco años, prodigiosamente, nadie falleció; al mismo tiempo se le empezaron a atribuir milagros a la imagen.[5][6] Él se negó debido al aspecto del Cristo, con la insistencia de la gente accedió, según la crónica desde ese día llovió por diecisiete días.[5][6] Sin embargo, esta vez la escultura no fue milagrosamente renovada, y resultó dañada por el derrumbe.[5][6] Después de que el templo fue cerrado al culto, fue llevado a la Catedral y posteriormente devuelto a los carmelitas, quienes lo colocaron en el Templo del Carmen de San Ángel.[26][27] En Mapethé donde se encuentra una réplica de la imagen, destacan las procesiones, conocidas como “La Bajada” y “La Subida”.[4][28] El miércoles siguiente al quinto viernes de Cuaresma se realiza “La Bajada” procesión del Cristo desde Mapethé a Cardonal; en donde permanece unas semanas.[4][28] Después se realiza “La Subida”, una procesión donde del Cristo regresa a Mapethé.