El templo se construyó en el segundo cuarto del siglo XVI, en un período de transición entre el gótico tardío y el renacimiento.
No obstante, en 1841, el Ayuntamiento decidió cerrar el templo para usarlo como capilla del Colegio de Humanidades que estaba ubicado en el antiguo convento.
Tras un incendio provocado en 1936, el templo fue restaurado de nuevo en 1940 bajo las directrices del arquitecto Guillermo Langle y la portada fue reconstruida por Pedro Bértiz García.
La nave central más ancha que las colaterales, se encuentran separadas mediante pilares cruciformes, con medias columnas adosadas.
Al exterior, la fachada su presenta en el centro una portada de cantería, que enmarca un hueco trilobulado en su parte superior, esta se completa con unos laterales en resalto y un piñón en el remate.