Ahí salió a su encuentro una mujer quién le saludó y preguntó ¿A dónde vas?
De acuerdo a la misma tradición aquella misteriosa mujer era la Virgen María; misma que lo llevó al encuentro con aguas curativas en una quebrada de la vertiente del cerro junto a una barranca.
Así el joven indígena llevó del agua para sus enfermos próximos a la muerte quienes se curaron inmediatamente e informó su encuentro con Zoapilzin (señora mujer) así como sus palabras de avisar a religiosos del lugar y tiempo que en el lugar del encuentro hallarían una imagen de ella la cual debían colocar en la capilla de San Lorenzo.
Se dice que los franciscanos fueron al lugar donde encontraron un corpulento ocote ardiendo sin consumirse donde después a golpe de hacha lo abrieron para descubrir la imagen de la Virgen María.
Esta la llevaron a la capilla y la situaron en el lugar del titular, se dice que el sacristán la bajó tres veces y que «los ángeles la regresaron tres veces al lugar».
La cabeza delicada a manera griega, con un rizo caído por la espalda y toda la imagen se ve envuelta en un fulgor dorado.
Dice: «Tomado y recibido el juramento del Guardian, prometió decir la verdad del indio Juan Diego y siendo cuestionado dijo haber hablado con la Santa María Virgen doce días antes del mes de mayo pasado, dentro de un pino ardiendo, vestida con huipil blanco y un titixtle azul, que le encargo le construyera el templo en su honor».
Actualmente se dice que está sepultado en la Iglesia de Santa Isabel Xiloxoxtla.
Y levantó el segundo retablo del crucero con dedicación a la virgen de Guadalupe.
Luis Munive construye el atrio y los arcos de la calzada del pocito.
Pierde la lógica del arte clásico y lo recarga todo a base de motivos vegetales en una remembranza del viejo arte indígena; además de labrar la piedra como si fuera madera y viceversa.
Se considera como la cumbre del barroco churrigueresco, admirada y elogiada lo que ha llevado a su reproducción en varios libros de arte.
Ambas torres culminan en lo alto con una cupulita con linternilla, en donde se anclan respectivamente dos magníficas cruces de hierro forjado.
La bóveda es de lunetos, seccionada por arcos fajones que se apoyan en pilastras, sobre las cales corre una cornisa.
Anteriormente, el templo poseyó altares neoclásicos costeados por la marquesa de Zabalza.
Para el cuarto centenario se realizó la decoración actual con diseños de yesería dorada que da esplendor al lugar.
Conmemora la Pasión y Muerte de Cristo, altar común en las antiguas iglesias.
Se compone de dos cuerpos, un remate y una pequeña bóveda que lo corona.
En el arco Toral cinco espejos llevan grabadas las letras del nombre de María.
El retablo reproduce la página bíblica, llena de colorido y contenido.
Los ocho ángeles se observan sobre la cornisa y llevan en sus manos las insignias que expresan la concepción de la Virgen.
Las ocho letras del Ave María se repiten interminablemente recorriendo la cornisa.
También es muy usual ver a turistas extranjeros que vienen de Estados Unidos principalmente, Japón y Francia, estos últimos la visitan por su similitud con otra iglesia francesa.
Se encuentra a unos 400 metros del Santuario de Ocotlán, así que es fácil llegar caminando.
En ese lugar la gente puede ir a tomar agua, que según los creyentes, posee un poder curativo.
En ella se encuentran un lienzo de Isauro G. Cervantes de 1913 y Murales desarrollados por Desiderio Hernández Xochitiotzin y Pedro Avelino conde narran episodios bíblicos relacionados con el agua del Lugar.