Es un santuario mariano ubicado en el lugar en el que dos niñas, Marcelina Barroso Expósito (hoy monja en un convento de clausura) y Afra Brígido Blanco, afirmaron haber presenciado varias apariciones de la Bienaventurada Virgen María bajo la advocación de Virgen Dolorosa, la primera de ellas el 27 de mayo de 1945.
[1][2] En mayo de 1947 comenzó a construirse una pequeña capilla donde se encuentra el tronco del castaño donde se manifestó la Virgen, y una iglesia de mayores proporciones, presidida por una imagen de Nuestra Señora de los Dolores.
[2] En 2020 la Santa Sede le concedió Año Santo Jubilar al Santuario, por el 75 aniversario de las apariciones de la Virgen María en ese lugar.
[3] Anualmente, el 27 de mayo tiene lugar una peregrinación religiosa con personas procedentes de España y de Portugal.
[4] El 15 de septiembre de 2024 El Arzobispo de Mérida-Badajoz, Monseñor José Rodríguez Carballo, presidía una misa en la que nombraba el Santuario como Diocesano [5]