[2] Gran aficionado al juego de Pelota vasca, en 2001 se produjo jugando una lesión en un hombro, por lo que acudía todos los días a rehabilitación al Hospital Matía de San Sebastián.
Posteriormente, sus asesinos huyeron en un Renault Clio que había sido previamente robado, y que explosionaron más tarde para no dejar pistas.
[4] Varios miembros del hospital llegaron inmediatamente al lugar de los hechos, pero lo único que pudieron hacer fue certificar su defunción.
El crimen había sido cometido con dos armas distintas, una de las cuales realizó cuatro disparos y la otra tres.
Se llevaron a cabo diversas concentraciones y manifestaciones de repulsa por el atentado.