Estableció metas altas para el partido, pero aparentemente no pudo explicar muy racional y prácticamente cómo alcanzarlas.
En cuanto a la población rusa en Finlandia, Alki tenía una línea muy estricta: en 1918 exigió la expulsión de todos los no ciudadanos que residían en el país.
La posición de Alkio habría significado que los rusos que habían huido de la revolución a Finlandia deberían haber continuado su viaje a otra parte.
El propio Alkio dijo que le había influido, entre otras cosas, la política de Mahatma Gandhi.
[8] Alkio era considerado un cristiano fiel, pero, por otro lado, era muy honesto al reconocer sus propias dudas.
[5] Alkio llevó a la retórica política finlandesa una serie de términos utilizados hoy.
Además, el Comité realmente tuvo éxito en su segunda tarea principal, ya que, sobre la base de su borrador, en el verano de 1919, el Parlamento adoptó un gobierno finlandés independiente que estuvo vigente hasta el año 2000.
Habló de una unión libre entre Finlandia y Rusia, donde las relaciones deberían basarse principalmente en la independencia.
Enfatizó fuertemente la soberanía económica como el alma de la esencia nacional y la consideró más importante que la estadidad.
Continuó mirando más allá de la gran guerra por la paz que se avecinaba, y esperó a que los países europeos participaran en negociaciones de formación con un carácter económico o social.
En sus propios intereses nacionales, Finlandia tenía que involucrarse, independientemente de Rusia.