Así Bela IV pudo regresar y reconstruir el reino que estaba totalmente en ruinas, por lo cual fue conocido posteriormente como "el segundo fundador del Estado húngaro".Margarita fue visitada por su madre y hermano mayor en varias oportunidades, siempre lamentando provenir de la familia real, aseverando que era un verdadero impedimento para consumar su vida piadosa como persona devota a Dios.Raras veces solía jugar con los demás niños que vivían en el convento, permaneciendo en la capilla y en la iglesia del monasterio rezando.También le molestaba que la llamasen "la hija del rey", pues para Margarita su único padre era Dios.Cuando Margarita cumplió 10 años fue llevada desde Veszprém hasta este monasterio junto con las 18 monjas que vivían en el anterior convento.Ese día en que Margarita llegó al convento, como evento nunca visto, cien jóvenes nobles de todo el reino húngaro decidieron ordenarse como dominicas religiosas.Igualmente utilizó por largas horas desde pequeña un cilicio, que escondía en su ropa para causarse lesiones y dolor.Pero como no se podía ver nada, la joven criada Inés luego de atravesar el patio trasero cayó en un pozo junto a la cocina.Corriendo en busca de ayuda la monja superiora Olimpia y Santa Margarita llamaron a los monjes, pues ellas no tenían fuerza suficiente para sacar del pozo a Inés antes de que muriese ahogada.Vivió muy pobremente, distribuyendo a los pobres todo lo que le daba su hermano, el rey Esteban V de Hungría.
Relicario de Santa Margarita. Tesoro de la arquidiócesis de
Esztergom
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