Ella sólo tenía 10 años cuando explotó la Revolución Francesa, hecho que cambió la historia del mundo y dio origen a una nueva sociedad, basado en los principios de libertad, igualdad y fraternidad.
Su hermano Luis se convirtió en su tutor y maestro, ejerciendo sobre ella una influencia que fue decisiva en su vida.
Recibió una educación poco común en las mujeres de su época y ambiente social.
Desde entonces, Sofía fue creciendo en esta devoción y adentrándose en los misterios del amor de ese Corazón.
El Padre Leonor de Tournely murió sin poder realizar su sueño, aunque lo intentó en dos ocasiones.
Cuando Luis le presentó a su hermana, el Padre Varin comprendió que Sofía era la persona destinada por la Providencia para esa fundación.