Hubo una primera imagen inspirada en este misterio de la flagelación del Señor, hoy perdida, que fue sustituida por la actual en 1779.
[1] El 30 de marzo de 1779 se estrenó la actual imagen del Señor atado a la columna que dio el canónigo Felipe Alfaro a los religiosos dominicos.
En el año 1877, cuando el Señor atado a la columna entró en su templo dominico después de su salida procesional del Martes Santo hubo una granizada terrible entremezclada de una lluvia pesada, con relámpagos y truenos.
De ahí en adelante el Señor atado a la columna fue llamado el Cristo del Granizo.
El Señor sudaba azotes, la Virgen lloraba a gritos; y los ojos del apóstol tenían temblor de cirios.