Sancho Garcés IV de Pamplona
Sancho IV tuvo que soportar varios conflictos por las tierras de Castilla, aún en poder del reino de Pamplona, por lo cual se veía obligado a mantener permanentemente las fronteras bien aseguradas.[1] Finalmente, el monarca navarro fue asesinado en Peñalén, término perteneciente a Funes, cuando estaba distraído en una cacería.Durante los siguientes cincuenta y ocho años el reino de Pamplona permaneció vinculado a Aragón y sus reyes, hasta la proclamación de García Ramírez el Restaurador en 1134.Para entonces, el reino se había quedado sin fronteras en común con el islam, lo que imposibilitaba que pudiera expandirse mediante la Reconquista y, además, significaba que se había quedado completamente rodeado de tres reinos cristianos mucho mayores: Aragón, Castilla y Francia.Con Jimena tuvo a:[b] También fue padre de otros hijos ilegítimos: