Pedro Crisólogo

La noche anterior a la llegada de Pedro y Cornelio a Roma el Papa había tenido un sueño en el que los santos Pedro y Apolinar de Rávena (primeros obispos de Roma y Rávena, respectivamente) le pidieron que no confirmara al obispo electo.Sixto III nombró entonces al joven acompañante de Cornelio como nuevo arzobispo, lo ordenó y consagró.Esta cuestión es curiosa, ya que el santo vivió inmerso en las querellas cristológicas.El resto son homilías breves para el comentario de la Sagradas Escrituras leídas durante los oficios litúrgicos, con contenido fundamentalmente moral.Murió en su ciudad natal, en Imola, cercana a Rávena, en 450, y su fama de santidad se fijó al poco tiempo.