SS St Louis (1929)

Propiedad de la compañía naviera Hamburg America Line (HAPAG), protagonizó un episodio en 1939, capitaneado por Gustav Schröder, cuando trató de encontrar un hogar para más de 900 refugiados judíos, principalmente alemanes, a los que se les había negado la entrada en Cuba, Estados Unidos y Canadá.

Finalmente, solo 28 (22 judíos, 4 españoles, y 2 cubanos) de los 937 refugiados lograron desembarcar en La Habana.

A fin de terminar con este tráfico, el presidente de la República, Federico Laredo Brú, hizo aprobar un nuevo decreto (Decreto 937) por el cual quedaban derogados los visados concedidos anteriormente.

Después del rechazo de entrada en La Habana, el capitán del St Louis buscó una nueva solución y tomó rumbo a Florida para pedir un nuevo permiso de asilo a las autoridades estadounidenses.

El 4 de junio, el gobierno de los Estados Unidos prohibió al St Louis, que esperaba una respuesta anclado entre Florida y Cuba, la entrada en territorio norteamericano.

Durante el trayecto de regreso, el American Jewish Joint Distribution Committee intentó buscar una solución entre los países europeos.

Bélgica, Reino Unido, Francia y los Países Bajos aceptaron repartirse por cuotas parte de los pasajeros.

Pasajeros del St Louis a su llegada a la Habana (Cuba).