Al sur, la cresta del Albiol sube hasta los 1420 metros y limita con Malanyeu, en el término de La Nou.
En el oeste, el término queda abierto en el valle del Llobregat y limita también con Guardiola de Berguedá.
El municipio cuenta con dos cursos de agua permanentes, la acequia del Albiol y la Torrentera.
Y en 1105 el obispo Odón de Urgel consagró su iglesia,[7] dedicándola a San Julián mártir.
Las pestes del siglo XIV y XV supusieron un gran impacto para la población de Cerdañola, se calcula que sólo unas 80 personas pudieron sobrevivir en la Peste Negra, pero a principios del siglo XVI quedaban sólo una decena de habitantes.
Desde el punto de vista demográfico, Cerdañola se rehízo muy lentamente hasta el siglo XVIII.
Sin embargo, a partir de ese momento, la población aumentó rápidamente ya mediados de siglo , un registro eclesiástico le atribuye 38 casas y 199 habitantes.Durante las guerras carlistas hubo una tensión constante.
Durante el siglo XIX Cerdañola creció de forma bastante rápida pero con ritmos muy desiguales a lo largo del tiempo.
En primer lugar, hubo una gran influencia de las nuevas industrias, especialmente la textil.
Las actividades tradicionales como la ganadería y la agricultura pasaron a ser económicamente complementarias, pero no desaparecieron.
La explotación del bosque fue una de las actividades con mayor importancia económica durante este período.
Para poder extraer la madera de los bosques, fue necesario instalar un ferrocarril forestal que en la ida estaba estirado por animales, y en el regreso se movía gracias a la inclinación del terreno, tenía 4.400 metros de longitud y su vía, que todavía hoy se llama así, una anchura de 50 cm.
Este ferrocarril funcionó durante doce años, y terminada la explotación, fue desmontado.
El primer paso fue convertirse en una pedanía y posteriormente se creó una Entidad Municipal Descentralizada.