Es por esto que la nueva población cristiana comenzó a asentarse en un área extramuros que los musulmanes denominaban Axerca, entre el meandro que el río Segura hacía a esa altura y el referido Alcázar, donde ya en el año 1248 aparece documentada la Iglesia de San Juan, siendo entregada a los caballeros de la orden del mismo nombre.
[3] Según los historiadores, en torno al siglo XVI-XVII el barrio estaba compuesto por pequeñas casas y huertos de gran tamaño.
[4] El Segura, muy próximo, inundaba la zona con sus cíclicas riadas,[5] circunstancia que dificultó una mayor consolidación.
A partir del siglo XVII, coincidiendo con la caída de las murallas árabes y la realización de una corta en el río que desvió su curso del antiguo meandro,[5] comenzó una nueva etapa caracterizada por un progresivo desarrollo urbanístico de la zona, que tuvo su auge a partir del siglo XVIII,[6] momento en el que se realizó una nueva canalización urbana del Segura que llegaba hasta el barrio.
[7] En la actualidad, este esplendor ha desaparecido dejando paso a un barrio caracterizado por familias de, sobre todo, clase media.