San Jerónimo (Pietro Torrigiano)

Según cuenta Vasari en la biografía de Torrigiano, el escultor tomó como modelo un viejo criado de los comerciantes florentinos Botti, afincados en Sevilla.

[1]​ Fue una obra maestra, admirada y muy valorada por los artistas sevillanos de fines del siglo XVI.

En ella aprendieron a esculpir anatomía todos los escultores andaluces de generaciones posteriores.

Está documentado que comentó a su amigo Ceán Bermúdez su gran admiración por este San Jerónimo.

Con una rodilla en tierra, el santo muestra una cruz con su mano izquierda mientras que la derecha cobija una piedra, instrumento que le servía para mortificarse golpeándose con ella.

San Jerónimo de Torrigiano