Elías Espeleota (Reggio Calabria, entre 860 y 865[1] - Melicuccà, 11 de septiembre de 960) es venerado como santo por la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa.
Durante su ausencia los sarracenos desembarcaron en Calabria haciendo masacres y capturando a muchos habitantes como esclavos.
A su regreso, Elías decidió retirarse para una vida de penitencia en la cueva de Melicuccà, junto a los monjes Cosma y Vitale.
Pronto, desde los países vecinos, comenzó un flujo de peregrinos, atraídos por su reputación de santidad, que querían recibir consuelo y aliento.
El episodio está atestiguado por escritura pública del notario local Carmelo Fantoni de 12 de agosto del mismo año.