Crispín y Crispiniano fueron dos mártires cristianos muertos en el siglo III.[1] Son considerados santos por la Iglesia católica y su fiesta se celebra el 25 de octubre.Según la tradición, durante la Gran Persecución de Diocleciano a finales del siglo III: Recio Varo, gobernador de Soissons y vicarius de la Gallia Belgica (quien aparece también en muchas historias de martirio) los apresó, hizo azotar y clavar a postes por pies y manos; sin embargo, unos ángeles vinieron y los curaron, más tarde fueron arrojados al río, pero sobrevivieron.En Noreña (Asturias) existe una frase que hace referencia al patronazgo de este santo: Tayuela o tayuelu es el nombre con el que se conoce en Asturias a la banqueta de tres patas usada por los zapateros para realizar sus labores.Shakespeare hace referencia a ellos en su obra Enrique V.