Avito de Vienne

Cuando el rey Sigismundo había manchado sus manos con la sangre de su hijo Sigerico, por un cargo falso hecho contra él por su madrastra, san Avito le inspiró tal horror por su crimen, que el rey se convirtió y después mandó reconstruir la abadía de Agaunum o San Mauricio.Era hijo de una familia galorromana importante, emparentada con el emperador Avito.Fue así: en 517, el santo estaba presidiendo un concilio nacional en Epaon y cuando el rey Segismundo asesinó a su propio hijo Sigerico por un cargo falso hecho por su madrastra, san Avito le inspiró tal horror por su crimen que lo convirtió y le mandó reconstruir la abadía de Agauno o San Mauricio.Observa correctamente las leyes métricas y se dice que John Milton aprovechó su paráfrasis de las Escrituras para componer su Paraíso Perdido.Las obras de Avito se encuentran en Migne, Patrología Latina, LIX, 191-398.
Escultura de San Avito