En el monasterio conoció a Nicéforo II, futuro emperador de Bizancio.
Se refugió en el monte Athos, al norte de Grecia, donde había muchos eremitas.
En el monasterio ingresaron diversos skita (eremitas que pasaban a vivir en comunidad, con estilo semieremítico).
Este nuevo estilo de vida, en el cual los eremitas hacían algunas actividades en comunidad y vivían agrupados, fue polémico entre los ermitaños de la montaña y Atanasio marchó a Chipre durante un tiempo, huyendo del conflicto.
Con el apoyo de la corte, Atanasio continuó construyendo monasterios, trabajando físicamente como paleta y carpintero.