Salvador de la Vega fue un fundidor español radicado en la Nueva España a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.Tampoco se conocen datos sobre su familia o su vida.Conocido por su habilidad extraordinaria de maestro fundidor, Manuel Tolsá le encomendó fundir la estatua ecuestre de Carlos IV, llamada El Caballito.De la Vega llevó a cabo la fundición con gran éxito, aunque otros fundidores habían fracasado.Tras varios cambios de ubicación, hoy se encuentra en la Plaza Manuel Tolsá.