La salinomicina y sus derivados presentan una alta actividad antimicrobiana contra bacterias Gram-positivas, incluyendo las cepas bacterianas más problemáticas como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) y Staphylococcus epidermidis resistente a la meticilina (MRSE) y Mycobacterium tuberculosis.
La salinomicina es inactiva contra hongos como Candida y bacterias Gram-negativas.
Estudios realizados en 2011 mostraron que la salinomicina podría inducir la apoptosis de las células cancerosas humanas.
La capacidad de la salinomicina para matar a ambos CSCs y células cancerígenas resistentes a la terapia puede definir el compuesto como un novel y eficaz fármaco anticanceroso.
[7][8] También se ha demostrado que la salinomicina y sus derivados presentan una actividad antiproliferativa potente contra las líneas celulares de cáncer resistentes a fármacos.