Salif Keïta

A nivel instrumental también se ve reflejada esta combinación, con la inclusión de balafonos, yembés, koras, órganos, saxofones y sintetizadores.Por esta misma razón muchos albinos son marginados por su cultura e incluso por la propia familia.Pero ser griot (personaje cuya misión es cantar y contar la historia a través de la música) era una profesión reservada a otra casta, que no era la suya, pues él era un noble, al ser descendencia directa del emperador Sundiata Keita.Su padre no aprobó que se iniciara en la música y las desavenencias culminaron con el abandono del domicilio familiar, su marcha a Bamako y el inicio de una dura lucha por sobrevivir al mismo tiempo que daba los primeros pasos en la carrera musical.Fruto del primer amor de juventud nació Sokhona, su hija mayor, negra no albina, que él llamaba Mama.Años más tarde, cuando Sokhona creció, inducida por su amor filial, buscó, encontró y reanudó la relación familiar con su padre.[2]​ Con Madina, su segunda pareja y primera esposa, tuvo a su hija Nantenin Keïta.De su segunda esposa, Maffi, tiene una hija, Nassira, que es negra no albina.Ha triunfado en Europa como uno de los grandes cantantes africanos, aunque su obra haya sido criticada por su "tendencia al caos" y la improvisación musical.Los objetivos de la Salif Keita Global Foundation son sensibilizar sobre la difícil situación de los albinos, defender sus derechos, integrarlos socialmente y recaudar fondos para sus cuidados médicos y atención educativa.Esta canción la dedicó a los niños albinos para los que creó su fundación.