Su padre decidió que se mudarían a Francia para que ella no sufriera la discriminación que sufrió él por ser un albino negro, además corría el riesgo de ser asesinada debido a las creencias en África donde la gente con albinismo tienen partes de su cuerpo con propiedades curativas para ciertas enfermedades y son considerados como receptores del presagio o la desgracia.
Nació con una discapacidad visual importante, con un 0,7 y 0,8 décimas en los ojos, con distinción de colores y distancias vinculados a este rasgo genético, práctica su actividad deportiva en la categoría paralímpica .
En Bamako, la fundación Salid Keïta cuenta con un equipo de 700 miembros, a quienes Nantenin Keïta y su padre apoyan tanto como pueden, a pesar de sus respectivas agendas y la distancia.
[6] Nantenin Keita utiliza el deporte como una herramienta de superación a sí misma.
Ganadora de su primera medalla internacional en el año 2002, al ser subcampeona del mundo en los 400 metros.