A su vez derivada de otra expresión anglosajona (to have a skeleton in the closet), traducida como 'tener un esqueleto en el armario', que significa tener algo vergonzoso u oculto que no se quería hacer público.[10] Como las personas LGTB tradicionalmente han sufrido (y en muchos casos sufren) discriminación e incluso persecución, salir del armario sigue siendo un desafío para gran parte de la población mundial LGTB, ya que supone exponerse al rechazo social, a la discriminación heterosexista e incluso a la violencia homófoba.En los países donde la homosexualidad está penalizada por ley, el hecho de salir del armario puede constituir una prueba autoincriminatoria.Sin embargo, es difícil, por no decir imposible, obtener una estadística exacta, ya que se cuestiona la metodología utilizada para elaborar dichos informes.Hoy en día, muchos homosexuales, bisexuales y transgéneros están saliendo del armario en la adolescencia, aunque no todos son aceptados por sus familias.