Un sacerdote lector (jery-hebet o jer-heb) fue un sacerdote en el Antiguo Egipto cuya mayor especialización era la lectura y recitación de textos religiosos, hechizos e himnos sagrados durante los rituales del templo y ceremonias oficiales.
Estos sacerdotes también prestaban sus servicios a no religiosos, ordenando las ceremonias y recitando textos específicos durante rituales apotropaicos privados o en funerales.
En la literatura del Antiguo Egipto, los sacerdotes lectores son considerados frecuentemente, como los guardianes del conocimiento secreto de las fórmulas y poseedores de asombrosos poderes mágicos.
[3] El sacerdote lector de más alto rango en un templo, el sacerdote lector jefe (ḥry tp), dirigía a los demás y administraba los archivos de los textos rituales del templo.
[4] El término para un sacerdote lector jefe, ẖry-ḥb.t ḥry-tp, estaba tan estrechamente asociado con la magia que, en egipcio tardío, su forma abreviada hry-tp se convirtió en un término general para "mago".